martes, 30 de diciembre de 2008

Rob

Estos últimos días me he desconectado de todo y de todos. Y no solo se debió a que estaba enfermo.
La verdad es que paso por un momento donde estoy reevaluando lo que es importante para mi. Sobre todo desde el aspecto laboral.
Muchas decisiones importantes serán tomadas pronto, solamente espero que la última (que aún no está tomada) sea la mejor.
Incluso estoy seriamente considerando la idea de volver a la escuela. No lo se, creo que en este momento todo es muy confuso para mi.

Pasé un buen cumpleaños, nada del otro mundo. Varios amigos y yo nos reunimos en Mama Rosas de la Condesa, donde se tardaron años en darnos una mesa.
Pero no me quejo, casi todos mis amigos estuvieron presentes y eso que la invitación fue hecho en cuestión de horas.
Recibí un libro de parte de Wacha, tres libros de parte de Juliet, una tarjeta de iTunes de parte de mi hermana Coco y una figurita de KidRobot de parte de Reclu. ¡Ah! Y un boleto de avión para San Francisco de parte de mi Mamá.

Y es que el 31 de Enero estaré en Berkeley, California. Iré a ver a The Thorns Of Life en su primera presentación en 924 Gilman Street.
The Thorns Of Life es una nueva banda de punk rock integrada por un par de individuos que han sido parte de algunas de mis bandas favoritas: Blake Schwarzenbach (Jawbreaker, Jets To Brazil) y Aaron Cometbus (Crimpshrine, Pinhead Gunpowder) y que son reconocidos como las figuras literarias más influyentes dentro de esta escena, Aaron Elliott (su nombre verdadero) inclusó considerado como el Kerouac del Punk, principalmente por la publicación de su seminal fanzine Cometbus.
El hecho que hayan decidido unir fuerzas y que una de sus primeras presentaciones sea en el legendario 924 Gilman Street es razón suficiente para que alguien como yo se de una vuelta por allá.

Ya me imagino caminando por Telegraph Avenue, empapándome en su atmósfera llena de activismo radical, de verdadera apertura mental.
Entrar a sus tiendas independientes de discos, libros y ropa usada. Comer en sus cafés con menús vegetarianos y orgánicos.
Estoy haciendo una lista de cien discos (cincuenta viniles, cincuenta CDs) que me compraré en el Amoeba de Berkeley.

No es coincidencia que el área de la Bahía allá servido como cuartel de algunos de los movimientos artísticos, sociales y contraculturales contemporáneos más importantes en el occidente, como las Panteras Negras, la Generación Beat, el movimiento hippie, la psicodélia, las increíbles escenas de punk y hip-hop de finales de los ochenta y principios de los noventa y el movimiento de solidaridad Latinoamericana.
Fue también el primer lugar donde un hombre declarado gay – Harvey Milk – fue elegido a un puesto gubernamental.

Y en los próximos revelo el sorpresón. Alguno de mis amigos ya saben de que se trata pero el develamiento a nivel masivo tendrá que esperar un poco más.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Neta Neta Neta

Anuncié la existencia de este blog en la última edición de mi programa de radio, para en cierta forma obligarme a retomar la constancia con la que inicié este proyecto.
Sin embargo, ni eso funcionó y es que he tenido las ideas dispersas.

Hay algo que quisiera poder compartir con el mundo, pero aún no es pertinente.
Solo puedo adelantar que si se concreta, será el inicio de una serie de eventos positivos en mi vida e incluso en la de algunos otros habitantes de esta hermosa ciudad.

Me ha entrado la curiosidad por la meditación. Meditación trascendental, para ser más exactos.
Y es que he llegado a una etapa de mi vida donde una de mis prioridades es estar bien conmigo mismo en todos los sentidos.
Me sorprende que actividades innatas e instintivas como respirar, comer o dormir, podamos encontrar la manera de hacerlas incorrectamente.
Ya no quiero preocuparme por cosas que están fuera de mi control, por gente que no deja nada positivo en mi vida o por trivialidades que deberían de transitar sin pena, ni gloria alrededor mío.

Después de una larga demora, por fin salió la última parte de Secret Invasion. En realidad todo el número me pareció lo suficientemente bueno para mantenerme al corriente de la trama, pero ligeramente decepcionante como para no emocionarme sobremanera… Hasta la última página. Esta escena es uno de los momentos más emocionantes que haya leído en mucho tiempo.
Ampliamente recomendado.

Ayer compré discos de Tom Waits; ultimamente me he estado obsesionando por escucharlo. Fui a mixup y compré todo lo que no tuviera de el.

Una palabra para describir Nick and Norah’s Infinite Playlist: decepcionante.

¿Se imaginan la dimensión alterna donde The Damned intercambió papeles con The Police en cuanto a popularidad? Eso sería algo interesante.

Mi canción favorita en este preciso instante es 'One Last Dance' de Badly Drawn Boy: "And I will do all that I can / You’re my woman, I’m your man / And if we still don’t have a plan / We’ll listen to Thunder Road"

Obama no deja de fumar.

Me dispongo a mi cuarto, donde escucharé bandas ocurrentes y desconocidas de New Wave.