martes, 6 de enero de 2009

Rey Cretino

Disfruto, lo que probablemente sea mi última noche de desvelo entre semana por algún tiempo.
El miércoles regreso a la rutina, después de una agradecida pausa de dos semanas, las cuales utilicé para establecer prioridades en mi vida y hacer un análisis duro y directo de que es lo que espero conseguir del día de hoy en adelante.

No dormiré está noche. Película tras película he transcurrido la noche, hasta que llega el turno de un vehículo perfectamente intrascendente de Nicholas Cage que me distrae lo suficiente como para ponerme a escribir. Mi hermana, Ana regresa a la Ciudad de México después de permanecer meses en Holanda. Iba a llegar el día de hoy a las seis de la tarde, pero su avión se retraso debido a la nieve y perdió la conexión.
Tuvo que cambiar todo su viaje y terminó haciendo escalas no planeadas en Londres y New York sucesivamente.
Si todo acontece como previsto, saldremos a las cinco de la mañana, misma hora a la que su vuelo debe estar aterrizando en la pista.

Sigo trabajando en la idea de mi novela. El concepto se torna cada vez más épico, – aún no decido si eso es bueno – pero por lo menos hasta ahora no he descubierto que es simplemente algún refrito de algo que alguna vez vi o leí por ahí.

Probablemente termine siendo una historia que termine desarrollando con el tiempo, soy el primero en admitir que me falta trabajar muchas cosas en mi estilo.

King Dork, es un clásico literario contemporáneo ¿Quién lo hubiera pensado?

jueves, 1 de enero de 2009

MMIX

Existe cierto paralelo en el discurso de algunas personas que admiro, que es de gran interés para mi. Y este siempre tiene que ver con seguir tus instintos en pos de alcanzar tus más grandes ambiciones, sin importar que tan sombrío luzca el panorama.
Hoy, primero de enero del 2009, entiendo que es el momento de tomar decisiones importantes y seguir mis corazonadas.

Desde temprana edad recuerdo tener un sentimiento, una seguridad – cuyo origen desconozco – de que mi destino yacía en ser diferente a todo mundo. En ser parte de grandes cosas y lograr cambios positivos.
Nunca pude empalizar, nunca pude pertenecer al mundo de los niños de mi edad. A pesar de que la mayoría de la gente me ve como alguien sociable, yo me considero en cierta medida, un inadaptado, un solitario. Alguien que constantemente necesita desconectarse de todo y de todos.
Supongo que por eso desde la adolescencia he sentido afinidad hacia todo lo que el punk rock represente y otras expresiones similares que celebren la individualidad y la peculiaridad.

Mi Papá nunca lo entendió y siempre me preguntaba de donde nacía esa necedad de siempre querer ser diferente a todos.
Ahora, cuando creo que lo entiendo, ya no me es posible explicárselo: No es algo que buscas. ¿O acaso creía que no me hubiera encantado encajar? ¿No me hubiera encantado jugar fútbol o pelearme como todos los demás?
Siempre era el niño con los libros de animales, que sabía todos los nombres científicos de los mamíferos y que podía diferenciar entre un elefante asiático y un africano o entre un camello y un dromedario. Que se obsesionaba con todo lo relacionado a estos temas.
Y aunque mucho a cambiado, esa sigue siendo mi constante: Tengo una casi-malsana fascinación por conocer todo lo relacionado de todo aquello que me apasiona.

La primera mitad del 2008 fue increíble a nivel personal. La segunda fue todo lo contrario con una sola excepción notable.
Este 2009 pinta para complicado, sin embargo lo enfrentaré siguiendo mi instinto y haciendo lo que mi intuición me dicta.
En este mundo existen muchas razones para estar feliz y muchas más para estar rabioso, sin embargo vengo con fuerza para conquistar todo que me pongan enfrente.