jueves, 1 de enero de 2009

MMIX

Existe cierto paralelo en el discurso de algunas personas que admiro, que es de gran interés para mi. Y este siempre tiene que ver con seguir tus instintos en pos de alcanzar tus más grandes ambiciones, sin importar que tan sombrío luzca el panorama.
Hoy, primero de enero del 2009, entiendo que es el momento de tomar decisiones importantes y seguir mis corazonadas.

Desde temprana edad recuerdo tener un sentimiento, una seguridad – cuyo origen desconozco – de que mi destino yacía en ser diferente a todo mundo. En ser parte de grandes cosas y lograr cambios positivos.
Nunca pude empalizar, nunca pude pertenecer al mundo de los niños de mi edad. A pesar de que la mayoría de la gente me ve como alguien sociable, yo me considero en cierta medida, un inadaptado, un solitario. Alguien que constantemente necesita desconectarse de todo y de todos.
Supongo que por eso desde la adolescencia he sentido afinidad hacia todo lo que el punk rock represente y otras expresiones similares que celebren la individualidad y la peculiaridad.

Mi Papá nunca lo entendió y siempre me preguntaba de donde nacía esa necedad de siempre querer ser diferente a todos.
Ahora, cuando creo que lo entiendo, ya no me es posible explicárselo: No es algo que buscas. ¿O acaso creía que no me hubiera encantado encajar? ¿No me hubiera encantado jugar fútbol o pelearme como todos los demás?
Siempre era el niño con los libros de animales, que sabía todos los nombres científicos de los mamíferos y que podía diferenciar entre un elefante asiático y un africano o entre un camello y un dromedario. Que se obsesionaba con todo lo relacionado a estos temas.
Y aunque mucho a cambiado, esa sigue siendo mi constante: Tengo una casi-malsana fascinación por conocer todo lo relacionado de todo aquello que me apasiona.

La primera mitad del 2008 fue increíble a nivel personal. La segunda fue todo lo contrario con una sola excepción notable.
Este 2009 pinta para complicado, sin embargo lo enfrentaré siguiendo mi instinto y haciendo lo que mi intuición me dicta.
En este mundo existen muchas razones para estar feliz y muchas más para estar rabioso, sin embargo vengo con fuerza para conquistar todo que me pongan enfrente.

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